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La obsesión de Tólo (caso real)

impulsividad obseción y excitabilidad de los perros

La obsesión de Tólo (caso real)

impulsivo
Perro de agua español jugando con un palo

Una pareja de propietarios de un perro de agua español “Tolo, de un año y medio de edad aproximadamente. Me comentaban que les era imposible sacar a su perro y disfrutar de él sin ir tirando de la correa durante el paseo. Lo cual daba índices de varios problemas, entre ellos, una posible obsesión por el juego.

Impulsos sin Auto-Control

Durante la entrevista con los dueños y su perro me llamó la atención la manera en la que Tolo arrancaba las ramas y perseguía el palo.

Exponían que el perro iba siempre tensionado, con gemidos, ladridos, jadeando y como regla general un nivel de estrés continuo. 

Mis experiencias me ayudaron a entender que Tolo tenía una fuerte dependencia a las emociones del juego con el palo.

Optaron por poner como recurso un “collar con eslabones” y según me contaron, no le hace ni caso. Respondía, pero minutos después como si nada.

Antes de pasar a describir el caso, quiero explicar que estos collares son una herramienta educativa que forma parte del refuerzo negativo ( él aprendizaje se da cuando entienden cómo evitar algo “molesto”).

Empleándola de forma correcta, tiene resultados favorables durante los paseos con él perro. Centra al perro y corta todos impulsos ante los estímulos ambientales.

Se suele utilizar en perros fuertes, con excitación elevada y sensibilidad dura y que tienen  poca capacidad de auto controlarse.

Nos ayuda a tener control sobre él perro y poderles manejar, para de ese modo enseñar muchas cosas, pero sobre a pensar antes de actuar. Leer Artículo; Pasear sin tirar de la correa norma imprescindible en la educación del perro.

Cuando estudié el caso  pude ver como el perro reaccionaba de forma diferente en función de lo que cada propietario proporcionaba durante el paseo. 

Y que en este caso en concreto a ambos les unía el mismo error.

Primero, mientras paseaba con el propietario, me cercioré de que empleaba fuerza, pero sin impacto educativo ya que empleaba la tensión como correctivo.

El perro reaccionaba en el momento, ladeando la cabeza y mirando a la cara, dubitativo, pero con bajas consecuencias que le hicieran pensar.

Al momento, escasos minuto mas tarde, seguía en las mismas.

Cuando llegó el turno de su propietaria, éste se había convertido en un perro de agua totalmente diferente. Hasta ahora todo eran broncas, tirones con poca fuerza y muchos gritos para un resultado que nunca cambiaba: el perro la miraba a la cara y a continuación seguía a lo suyo.

Consecuencias de la Represión Continua

El propietario tenía fuerza en el manejo, acompañado de un buen tono de voz, pero tensionaba al perro,  no reforzaba lo que se quería de él (que caminara junto ) ya sea con afecto o tono suave MUY BIEN para confirmar la acción.

Sólo se ceñía a reprimir al perro por la obsesión por el juego.

La propietaria no poseía la sensibilidad necesaria para gestionar la situación, sino que realizaba la misma respuesta con gritos y bronca a las que el perro se había habituado.

La respuesta de Tolo fué despreocuparse por completo y otorgar la prioridad a algo mucho más excitante: el juego.

Las veces que conseguía corregir de forma correcta, tampoco confirmaban la acción al perro con afecto y tono suave MUY BIEN.

Entraron en una dinámica de tensión continua y unas veces se sentían con fuerzas para corregir y otras bajaban la guardia no corrigiendo SIEMPRE.

El juego debe ser para el perro ese momento en el que le damos rienda suelta en un parque o zona habilitada.

El perro debe aprender a discriminar esa conducta durante el paseo, educando y centrandole durante el trabajo (pasear atado).  

En el caso de Tolo y sus propietarios, ellos nos empleaban el toque seco y necesario para captar la atención sobre la excitabilidad que presenta el perro en ese momento.

Es importante que acompañemos la corrección con movimientos impredecibles. 

Nuestra actitud tranquila y serena en las corrección será determinante cuando interactuamos con el perro, de esa forma las acciónes quedarán claras.

Preguntas frecuentes sobre: “La Obsesión por el Juego”

¿Qué debemos tener en cuenta cuando nos decidimos a utilizar un collar?

La sensibilidad, la excitabilidad y dureza del perro, será determinante a la hora de elegir el recurso educativo para el caso.

¿Qué beneficios tiene enseñar al perro a caminar junto?

Centrará al perro en el trabajo, aprenderá a autocontrarse ante los estímulos ambientales, pensará antes de actuar. Los paseos pasarán de ser un estrés continuo a ser placentero y reforzar el binomio.

¿Cuando seleccionamos un collar, debemos de hacerlo también en cuenta de la persona qué llevará el perro?

Sí, ya qué unos perros son más fuertes y excitables que otros y se necesitará ejercer más presión, para poder controlar y captar la atención del perro. Aunque el movimiento imprescindible y la técnica no ayudará a centrar al perro

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