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Los procesos en el aprendizaje del perro

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Los procesos en el aprendizaje del perro

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Perro labrador blanco en la playa

El objetivo es que el perro en cada aprendizaje sea estimulado a pensar. El objetivo no solo es que el perro aprenda a realizar una acción determinada.

Para entender cómo enseñar a un perro, hay que adentrarse en como procesan cada forma de aprendizaje.

Refuerzo positivo; Consiste en dar una recompensa al perro (afecto, comida, juego, voz suave) tras una respuesta deseada por nuestra parte. Sirve para enseñar cosas básicas, como sentarse, tumbarse, permanecer quieto, dar la patita, traer objetos…etc. 

De esta forma el perro asocia una respuesta, pero, no es pensante, sigue un orden de secuencias ya aprendidas. 

Refuerzo negativo; El perro experimenta un estímulo, desagradable o molesto, aprenderá a anticiparse y evitar dicho estímulo. 

Andar junto, una llamada firme, bajar las escaleras despacio… etc.

Sirve para exigir cosas que requieren más esfuerzo por parte del perro, le hará pensar en soluciones. 

Refuerzo aversivo; El perro experimenta una situación dolorosa u hostil. De esta forma el perro se tensionará, su iniciativa irá mermando. No sirve para aprendizajes que hagan pensar al perro. Tenderá a entrar en evitación.

Está el ejemplo del cachorro qué se hace pipi en casa y su propietario le restriega él hocico cuando se encuentra el regalo, de esta forma no solo la conducta persiste, además la próxima vez, cuando se percate de la presencia de su propietario, le evitará en alguna parte de la casa.

El refuerzo intermitente; Al igual que al humano, prolonga la intensidad y el interés del perro hacia algo. El refuerzo intermitente no se utiliza para enseñar algo. Sirve para reforzar y mantener muchos aprendizajes ya integrados en el perro.

 Todos estos refuerzos de una forma u otra, dan una respuesta en el perro, concluyendo en un aprendizaje.

El perro asociará las experiencias vividas como respuesta a como les hizo “sentir” el estímulo. Si se sintió bien y fue positiva, buscará con iniciativa volver a repetir la acción en busca de sentir la recompensa. De lo contrario, si la sensación fue negativa, el cerebro se alertará y entrará automáticamente en un aprendizaje de evitación.

La percepción de sus sentidos; Es otra forma de aprendizaje que ofrece el medio, asociará la experiencia basándose en si el resultado fue agradable, molesto o desagradable, dando como respuesta una conducta determinada en el perro. 

Ejemplo; 

  • Si está lloviendo y es un perro friolero, tras oler la humedad del suelo mojado, se retraerá, negándose salir a la calle a hacer sus necesidades. 
  • Tal vez, si el ambiente está caldeado porque hay visitas en casa, con niños molestos y brutos, el perro tenderá a evitar sentirse violento y buscará un lugar de paz. 
  • Si en las fiestas del pueblo el cachorro se asustó con el sonido estruendo de los petardos, la próxima vez que el olor a pólvora llegue a su nariz, recordará aquella experiencia negativa, tenderá a inquietarse por asociar la angustia.
  • Cuando estamos en pleno agosto en horas de calor muy pesadas o molestas, él perro no solo tenderá a buscar la sombra, muchas veces evitará salir a la calle para no sentir el calor desagradable en sus almohadillas.

Aquí el ambiente le ofreció diversos factores secundarios de aprendizajes, en base a la percepción de sus sentidos, el perro pensó como gestionar lo que el medio le ofrecía, aceptando o negándose a actuar.

 La observación; Es otra forma de aprendizaje a través de la percepción sobre nosotros y el entorno. Un cachorro nace curioso, ya con su madre observa y aprende, lo hace impulsado por la curiosidad y la necesidad de supervivencia.

La observación le facilitará muchísimos aprendizajes por modelamientos. Ya que el perro necesita más “hechos” cuando queremos enseñar algo, que explicaciones.

Identificación y afecto; Sin duda, sin identificación no existiría un aprendizaje natural y fluido en el perro, ya que necesita un referente al que sentirse guiado y protegido. De esta figura, el perro tolerará la exigencia en sus aprendizajes, será a través del afecto y la comunicación, lo que motivará el proceso de muchos aprendizajes.

La motivación y necesidades; Siempre existe un estímulo que le motive a actuar, ya sea afectivo o resolviendo sus necesidades primarias, como la sed y hambre. La motivación de recibir la recompensa, les mantendrá interesados con la intensidad necesaria en sus aprendizajes.

Capacidad de memorizar; Los perros desde pequeños andan curiosos y experimentando continuamente, van descubriendo y consolidando muchos aprendizajes en su día a día. Por eso, la insistencia en moverlos muchos en la primera etapa de cachorro y durante su desarrollo emocional, ya que contamos con la primera grabación en su memoria, está nueva y lista para almacenar cada experiencia y aprendizaje para el resto de sus días.

No toman conciencia existencial; Los perros no toman conciencia de su existencia en esta vida, no tienen presente que algún día morirán. Ellos viven centrados en todo acontecimiento que se desenvuelven en su ahora. De esta forma el aprendizaje es sobre los acontecimientos que se le están presentando en el instante. Memorizan a través de la asociación y repetición de la misma acción o situación.

Esto es interesante tenerlo en cuenta; Ya el perro cuando llega a su edad adulta, forma su personalidad en base a su forma de ser y, sobre todo, a los aprendizajes desde sus experiencias vividas.

No razonan; El perro no razona, carece de lógica, pero, su capacidad de asociación, su memoria y su inteligencia emocional, le apoya en la balanza cognitiva, haciendo dudar incluso de su inteligencia. Es por ello, que, si queremos establecer un aprendizaje a través de una asociación, no podemos demorar más de cinco segundo, desde que se da la orden verbal, sonora o gestual y la recompensa, ya que de lo contrario no entenderán que le estamos pidiendo.

Su fuerte es el sentido olfativo, siendo la vista si vulnerabilidad; A diferencia del humano, la vida del perro es olfativa, apoyado luego por la visión. El perro todo lo explora con la nariz por delante. Percibe con la nariz y confirma con la visión. Todo aprendizaje pasa por los filtros de la nariz del perro.

Un ejemplo de secuencia de aprendizaje en el perro;

  • Aprendizaje; Mostramos lo que queremos enseñar al perro, por ejemplo “pasear sin tirar de correa” para luego recompensar mostrando que nos agrada su acción.
  • Refuerzo de la acción; Se repite la acción que se le enseñó, para qué la conducta quede consolidada y fomente iniciativa en el perro a actuar hacía lo qué nos agradó.
  • Habituación; A partir de qué le hemos enseñado una nueva “forma de pasear” y le quedó claro, podremos exigir al perro de forma consistente, ya que lo tolerará, gracias a nuestra identificación. 

Ahora el perro sabe hacerlo de dos formas, como lo hacía de forma natural y con nuestro aprendizaje.

Aquí el perro dentro de los tiempos de la habituación sentirá un esfuerzo, pero, tras habituarse, pensará como agradar y sentirse agradado con su propietario y desistirá de la inicial, dando paso al nuevo aprendizaje.

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