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Ejemplo de modelo educativo, caso Neyr

persona con perro

Ejemplo de modelo educativo, caso Neyr

Primer plano perro de agua con su propietaria

Me haré con el caso de Neyr como ejemplo de un modelo educativo. Neyr es un perro de la raza de perro de agua español, con dos años de edad, que presentaba síntomas de agresividad.

Sus propietarios se pusieron en contacto conmigo porque al parecer el perro gruñía en determinadas situaciones. Y fue en la segunda llamada que recibí al cabo de una semana, cuando me contaban que ya había pasado a la acción de intentar morder a uno de los miembros de la familia (pero sin éxito).

Cuando me presentaron al perro observe a una propietaria tensa y con miedos, simplemente por como manipulaba al animal para poner el bozal.

Me dispuse a coger datos para conocer mejor y estudiar el caso.

Como educador canino, lo primero que descubrí, fue que no quería que me acercara a su plato de comida. Lo protegía, gruñía, se tensionaba, incluso con movimientos impulsivos, acompañados del gruñido para imponer (pero sin morder).

Pedí que le dejaran solo en casa durante una hora y lo grabaran, se veía que no destrozaba nada, pero, ladrada y rascaba la puerta sin cesar.

Necesitaba indagar un poco más sobre la convivencia con los integrantes de la familia, para así obtener más datos sobre el perro. Me contaban que la zona habilitada para el perro era la terraza, con lo cual no existía una convivencia y estaba carente de normas dentro de casa y fuera de casa, demasiada autonomía sin límites. Típico perro aparcado en el jardín.

Según me contaban de pequeño se subía en la cama, que nunca ha sido de compartir sus juguetes y tampoco de colabora con el juego, siempre se acompaña de gruñidos y evitando.

La comida siempre suele permanecer puesta en su comedero, los paseos los cubría dos miembros de la familia y los demás se desentendían, según ellos por falta de tiempo.

Me contaban que ya por ultimo cuando se montaba en el sofá, ya les costaba hacer que se bajara. ¡Entraba rápidamente en conflicto imponiendo sobre el sofá!

Es cierto, que cierta dureza se ha establecido en su personalidad, por la resistencia al aburrimiento que debe soportar a solas en la terraza y por la adaptación a la climatología.

Pero, por otro lado, desconoce sobre tener normas y límites en una convivencia y, sobre todo, no sabe permanecer a solas dentro de casa debido a su pobre resistencia a la frustración, acostumbrado a campar a sus anchas.

“Como habéis podido apreciar han creado un pequeño rey, un perro chulesco, permisivo y caprichoso.”

Lo primero que hice es hacer ver a los propietarios que el perro debe valorar la comida y sobre todo quien le resuelve esa necesidad de hambre, que la comida nos pertenece y que toda conducta agresiva no será bien vista por nuestra parte, ni será resuelta como resolución del “hambre”.

Luego me volví a poner en contacto con los integrantes de la familia para montar un modelo educativo donde el perro fuera aumentando de forma progresiva su autocontrol, fomentando resistencia a la frustración en el día a día de su convivencia.

Ya que nunca ha conocido normas, eso hizo que el perro se fuera en proceso hacia la agresividad, hasta llegar al punto que llegaron en la convivencia.

Os daré una idea sobre el plan educativo que se montó en este caso;

  En la convivencia;

  • Pasar más tiempo dentro de casa para fomentar una convivencia sana con un acuerdo entre todos los miembros sobre sus normas.
  • Tendrá limitaciones de habitaciones, ejemplo; cocina, baños…etc.
  • Mantener un horario de comida e ir turnándose entre todos, esto es muy importante a la hora de como educar a un perro.
  • Si a los veinte minutos de comer deja comida o no come se le retira (permaneceremos al lado de pie mientras come).
  • Se le exigirá sentarse ante el plato de comida, si no aparece excitación, gruñidos o agresividad se le dirá “come”. (de lo contrario pondremos su comida en alto donde lo vea hasta que cambie el estado).
  • Se le habilitará una zona de la casa para que coma tranquilamente.
  • Nada de montarse en el sofá o cama.
  • Un acuerdo en las salidas de casa entre todos los integrantes de la familia.
  • No dar de comer mientras la familia come en la mesa.
  • Que sea el perro el que busque el afecto, nosotros no lo buscaremos.
  • Que cuando lleguemos a casa y nos reciba con saltos lo ignoremos completamente hasta que se relaje. (si es necesario se introduce en la jaula educativa como método educativo)
  • Gasto diario de energía física, correr, andar ligero, bicicleta, etc. (nada de palo o pelota).
  • No excluirlo cuando recibamos las visitas. (si el perro ladra o gruñe las visitas, nosotros reñimos y lo metemos en la jaula hasta que se calme)
  • Hacernos con una jaula educativa como método educativo y que permanezca una hora diaria a solas.

En sus paseos y juegos;

  • Pasear con medio de precaución (bozal) eso nos ayudará a relajarnos y trasmitirlo al perro.
  • Atarlo para salir a pasear y cuando se muestre relajado salir.
  • Tener un comando “junto” bien sólido para que se centre en nosotros y poder exigir el comando en caso de conductas agresivas hacia estímulos externos.
  • Que permanezca “quieto” mientras ve otros perros jugar con sus juguetes o ante lo que más le cause diversión.
  • Nada de entrar al juego de tira y afloja con trapos.
  • Se empieza el juego y se termina cuando así lo decidamos nosotros.
  • Mantenerlo “quieto” mientras se le tira lo que a él perro tanto le guste jugar.
  • Entrará o saldrá del coche cuando así se lo indiquemos.
  • Una llamada firme.

Son algunas de las normas que se montaron. Según se estudie un caso se hará un plan en concreto, puesto que el enfoque variará según el perro y el ambiente en el que se desarrolla el perro.

Este enfoque hace que el perro empiece auto controlar su conducta de forma progresiva, desaparezca la impulsividad y sobre todo lo más importante, hará pensar al perro.

Eso sí, aplicándolo de forma consistente. De lo contrario, ni todos los premios, ni todas las correcciones serán válidas.

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