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Trastornos menores del perro | Entrevista de Radio #30

Las mayoría de los trastornos menores son alimentados por el trato que se le emplea al perro.
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Trastornos menores del perro | Entrevista de Radio #30

Trastornos menores del perro

Cuando estudiamos algunos de los casos de trastornos menores del perro, observamos que los propietarios se repiten en el trato que se le da a su mascota.

Ya sea en la convivencia, cómo en la sociedad.

Recordar, que se considera trastornos menores a conductas que aún no manifiesta una limitación en su vida social o familiar.

Pueden llegar a un trastorno mayor o instalarse en su  personalidad.

Pinchar aquí para escuchar la entrevista.

Se avanza en estas conductas, llevados por algunos de los siguientes puntos que pueden terminar en trastornos menores del perro:

  • Desde los sentimientos (la pena);  Estos propietarios no tienen la dureza necesaria para educar, la permisividad hará que los procesos avancen.
  • Desde la intuición; Muy ligado a los sentimientos, pero en este caso, anteponen un problema ya evidente en el perro, por no aceptar el motivo de su comportamiento.

Tratan de justificar y auto convencerse que, desde el conocimiento de su perro, intuyen que actúa así por otros motivos ajenos.

  • Desde la ignorancia y la falta de información; Sobre sus necesidades, físicas y emocionales. Tratan de hacer un bien, pero empeoran la situación con aprendizajes pasivos.

Ya que la identidad de su propietario es muy valiosa para el perro, ellos sienten que ciertas conductas son aceptadas por su propietario.

Por lo que las conductas siguen avanzando a más.

Algunos de los trastornos menores del perro:

  • Tiro de la correa —>La tensión continua le lleva a la frustración por no poder llegar a la meta, no aprenden a relacionarse con otros perros, activando los procesos agresivos. Pasando desde los gemidos, el gruñido, los ladridos, hasta llegar a la agresión.
  • Hacer agujeros —> Muestran poca gestión emocional, dando rienda suelta a su frustración mientras escarban. No saben gestionar el aburrimiento.

Estos procesos suelen avanzar hacía una agresividad mal controlada

  • Fugas —> La fuga crea adicción, se está observando cada vez más en perros de compañía, llevados por el sentir de su liberación enérgica y de libertad.

La angustia ante un episodio de atropello, una pelea con otro perro, o un mal trato de una persona desconocida, puede crear una ansiedad generalizada, llevada por una mala experiencia.

  • Ladridos excesivos —> No saben gestionar su soledad, se frustran, y expresan su ansiedad a través de los ladridos.

Estos comportamientos suele ir a más, hasta instalarse en ladridos renuentes, o incluso en agresión por frustración mal controlada.

  • Destrucción —> Poca gestión emocional llevada por la frustración, suelen canalizar esta agresión hacia el mobiliario, durante la ausencia de su propietario o otro perro.

Pasando de la frustración, a agresividad mal controlada.

  • Dependencia —> El exceso de dependencia debilita al perro, le inutiliza ante las necesidades básicas de su día a día.

Le llevará a ser un perro con una personalidad dependiente.

Vivirá preocupado, ansioso, sin iniciativa ninguna, se pegará a su compañero, no será un perro feliz.

  • Miedos generalizados —> Estos miedos vacíos, cobran vida y forma según el trato de sus propietarios.

Si se les trata desde la pena y la lástima, un miedo minúsculo, se convertirá en un miedo gigantesco o en ansiedad generalizada.

Muchas agresiones de defensa, son llevados por el miedo o la inseguridad.

Siendo un escalón en el aprendizaje, hacia la agresividad atacante sin motivos, ya qué aprendió cómo quitarse lo qué le angustia o le molesta.

Leer Artículo: los procesos de aprendizaje en el perro

Cómo hemos visto, un trastorno menor que apenas se percibe, va siendo retroalimentados progresivamente en su vida diaria, hasta llegar a ser un trastorno o formarse desde una personalidad dependiente, motivación hostil, personalidad excitable..etc.

Preguntas frecuentes sobre: “Los trastornos menores del perro”

¿Puede un cachorro esconder un trastorno menor?

No, ya que su personalidad no está aún formada. La educación que se le proporcione en su vida diaria, endurecerá al perro. 

Le hará madurar que es el objetivo marcado en su educación.

¿Se trata el trastorno menor o mayor de diferente forma?

Los trastornos menores deben ser tratado igual qué si fuera mayor.

Se ataja camino en la terapia. La diferencia está en la intensidad de la ansiedad que manifiesta el perro.

¿Puede un perro vivir toda su vida con un trastorno con total normalidad?

Si, el perro puede funcionar perfectamente siempre que la situación no se presente.

En el momento que se de se anulan, no son capaces de gestionar los conflictos internos.

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