
Comprender cómo funciona la memoria del perro es fundamental para un adiestramiento canino efectivo y una relación armoniosa con nuestros perros. La memoria del perro, al igual que en los humanos, no es un proceso único, sino un conjunto de sistemas interrelacionados.
Memoria del perro:
Si bien comparten principios básicos, existen diferencias importantes que debemos considerar. Para comprender cómo los perros retienen los aprendizajes en la memoria del perro, es relevante dividirlo en tres fases:
- Memoria a corto plazo
- Memoria a largo plazo
- Otros tipos de memoria (como la mnemónica)
La “mnemónica”, en este caso, forma parte de la estructura de la memoria del perro a corto plazo y tiene influencias asociativas. Mientras que en los humanos la mnemónica puede durar horas, en los perros dura apenas segundos, lo que afecta la forma en que se utiliza la memoria del perro para retener los aprendizajes.
Ejemplo en humanos
Imaginemos que al final del día nos preguntan qué almorzamos. Haciendo un poco de memoria, probablemente recordaremos. Sin embargo, si nos preguntan lo mismo un mes después, rara vez recordaremos con precisión. Esto nos demuestra cómo funciona la memoria del perro en relación con la capacidad de recordar eventos a corto plazo.
Memoria a largo plazo
Tanto en humanos como en perros, la mayoría de los recuerdos que permanecen en la memoria del perro a largo plazo están ligados a una carga emocional, ya sea positiva o negativa.
Esto refuerza la idea de que los recuerdos con una fuerte carga emocional tienden a ser más fáciles de retener, tanto en la memoria del perro como en el aprendizaje canino.
Enseñar nuevas conductas
Para enseñar algo nuevo a un perro, es crucial respetar la primera fase de la memoria a corto plazo en la memoria del perro, la mnemónica. Es fundamental capturar la “fotografía” de la conducta que queremos enseñar y reforzarla hasta llegar a la ejecución deseada.
Si al inicio de los procesos de aprendizaje canino superamos el plazo temporal de su mnemónica (de dos a cuatro segundos), cualquier reprensión o estímulo será en vano, ya que el perro no entenderá el concepto que queremos enseñar.
Esto provocará inquietud y el perro puede recurrir a conductas aprendidas y reforzadas anteriormente, las cuales pueden estar relacionadas con su memoria del perro.
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Tiempo en blanco o mnemónica
El tiempo en blanco, o mnemónica, es el tiempo necesario para que el perro asocie un comando o sonido con una conducta determinada.
Es importante no confundir los sistemas de condicionamiento (como el clicker, collares, jaulas educativas, bozales, etc.) con los estímulos necesarios para que el perro actúe en los ejercicios.
Estos sistemas son herramientas de control que facilitan el manejo de los conceptos claros en el aprendizaje canino y en la gestión de la memoria del perro.
Importancia de premiar o reforzar
A continuación, algunos ejemplos sobre la importancia de premiar o reforzar dentro del espacio en blanco (mnemónica de 2 a 4 segundos):
Si estamos estáticos y el perro ejerce tensión que nos desequilibra, provocamos la distensión con un toque, recriminando la conducta.
El perro asociará la tensión con la distensión y será reforzado al llegar a nosotros, evitando la bronca y recibiendo afecto y cariño. El perro levantará la cabeza y aprenderá más, reforzando su memoria del perro.
Si soltamos al perro en el campo con una correa larga y al llamarlo una sola vez, este levanta la cabeza y decide regresar. En el momento en que toma “la decisión” de dar el primer paso hacia nosotros, recibirá palabras afectuosas y su recompensa preferida.
Este lapso de tiempo es crucial para que el perro procese, entienda y retenga el aprendizaje en su memoria del perro.
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Desde que llamamos al perro hasta que recibe su recompensa, hay un lapso de tiempo necesario para que el perro procese, entienda y retenga lo aprendido en su memoria del perro.
Si nos salimos del “tiempo de la mnemónica” y el perro no realiza la acción esperada, lo mejor es repetir el ejercicio de manera concisa, usando los silencios y apoyos adecuados para que el perro pueda pensar y procesar la información en su memoria del perro.
Es importante también revisar cómo hemos estructurado los ejercicios y asegurarnos de que los conceptos se trabajen claramente antes de pasar a tareas más complejas.
El error común en el adiestramiento y cómo evitarlo
El error común de interrumpir el “tiempo en blanco” se debe a menudo a una falta de comprensión de cómo funciona la memoria del perro.
Los adiestradores o dueños que intervienen demasiado pronto, ya sea con refuerzos o correcciones, impiden que el perro procese la información en su memoria del perro y establezca la conexión entre la acción y la consecuencia.
Esto puede generar confusión, frustración y dificultar el aprendizaje.
Para evitar este error, es fundamental:
- Observar atentamente al perro: Prestar atención a sus señales y lenguaje corporal para identificar el momento preciso en que realiza la acción deseada.
- Ser rápido y preciso: Administrar el refuerzo o la corrección inmediatamente después de la acción, dentro de la ventana de tiempo adecuada, para aprovechar el procesamiento de la memoria del perro.
- Permitir el procesamiento: Darle al perro tiempo para procesar la información en su memoria del perro y asimilar la conexión entre la acción y la consecuencia. Evitar interrumpirlo o distraerlo durante este proceso.
- Utilizar refuerzo positivo: El refuerzo positivo, como premios, caricias o juegos, es la herramienta más eficaz para el adiestramiento canino cognitivo. Se centra en recompensar las conductas deseadas, lo que motiva al perro a repetirlas, reforzando su memoria del perro.
Recomendaciones para un adiestramiento efectivo
• Estructurar los ejercicios: Dividir los ejercicios en pasos pequeños y progresivos, adaptados a la capacidad del perro y su memoria del perro.
• Utilizar señales claras y consistentes: Emplear comandos verbales, señales manuales y lenguaje corporal claros y consistentes para evitar confusiones y facilitar el proceso de retención en la memoria del perro.
• Ser paciente y comprensivo: El adiestramiento canino requiere paciencia, comprensión y empatía. Recordar que cada perro aprende a su propio ritmo, según la capacidad de su memoria del perro.
• Buscar ayuda profesional: Si tienes dificultades para adiestrar a tu perro, no dudes en buscar la ayuda de un adiestrador canino cualificado.
Al comprender cómo funciona la memoria del perro y aplicar las técnicas de adiestramiento canino cognitivo adecuadas, podemos construir una relación sólida y duradera con nuestros perros, basada en la confianza, el respeto y el entendimiento mutuo.
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