Partiendo de la base, “enseñar la acción” aplicaremos nuestro punto de exigencia en la educación del perro.
Cómo hemos ido viendo a lo largo de este blog, en los inicios de cualquier aprendizaje apoyaremos al perro.
Siempre con la intención de dejarle claro la acción que le pedimos.
“No sólo trataremos de enseñar al perro una acción determinada, además le haremos pensar”.
Interiorizar esta máxima, nos llevarán al éxito en todos los aprendizajes que nos marquemos con nuestros perros.
Ejemplo: SENTARSE, luego reforzaremos esa misma acción, SENTARSE. Para finalmente poder “exigir” SENTARSE.
Ya que al confirmarnos que entienden lo que les pedimos, podremos pedir que se esfuerce ante la acción.
Saltarse cualquier paso de las fases iniciales, llevaría al perro a la confusión, y sobre todo, llevaría a mermar el vínculo con nosotros, debido a la continua corrección.
Es por ello, que sí el aprendizaje queda consolidado, podremos hacer que el perro logré pensar como llegar a la meta del “premio”.
De esta forma estamos fomentando la iniciativa y creando perros dinámicos, a través de un estímulo motivador, y seguido de la orden que le pedimos SENTARSE.
Aquí es donde la conducta de explosión aparece.
¿Qué se entiende por conducta de explosión?
Aquella conducta que activa al perro a buscar la manera de conseguir su recompensa.
Muchas veces observamos como se repiten una y otra vez, con aquellas acciones qué anteriormente ya sabía realizar, hasta encontrar la conducta que le lleva al “premio”.
Lo que activa al perro es la intensidad que provoca el sistema de recompensa, ante el estímulo motivador.
En perros excitables, inicialmente suelen moverse impulsivos y sin pensar, dado a su falta de atención; Sentarse, tumbado, ladrar, dar la pata…etc.
Hasta que paran, observan y piensan.
Leer Artículo: Procesamiento aprendizaje estímulo y emoción
Aplicando este principio, estamos fomentando en el perro la capacidad de resolución, y de crear equipo, cada vez que el perro entiende como llegar a la meta.
Se “sentirá” recompensado a través de el afecto, comida, o juego que proporcionamos.
Por lo que le llevará en un futuro a repetir la conducta.
Pero sobre todo porque en su momento pensó como logró llegar hasta su meta, aquí existió un procesamiento, y comprensión que le llevo a consolidar el aprendizaje.
Respetando cada una de las fases, la vida diaria del perro, se convertirá en un continuo aprendizaje.
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