Cuando los perros presentan una conducta escapista, lo hacen movidos por el impulso de fugarse, como por ejemplo:
- Desde sus instintos de caza y presa.
- Así como sus instintos de procreación.
- Hasta la huida por supervivencia (miedos o peligros).
En cualquiera de estos casos, si no se ponen medios, el perro irá evolucionando hasta ser cada vez más impulsivo, ante esas ganas de fugarse.
Los tres casos se enfocan de la misma forma. Sobre la raíz: el impulso.
Para entenderlo mejor, lo dividiremos en los tres escenarios más demandados.
Los perros qué viven en pisos o casas.
Son perros que presentan fugas durante los paseos o en sus salidas, aprovechando cualquier movimiento para impulsarse tras algo (coches, patines, gatos, gallinas, ovejas…etc).
Suelen mejorar enseñando una llamada firme. Aprenden que ante la llamada, deben de acudir siempre y sin excepción.
Terminan pensando en consecuencias.
Si somos serios, y constante, desisten de la conducta de fugarse durante los paseos o en sus salidas.
En los perros que viven en campos o chalet
Estos perros deben de respetar el vallado metálico donde residen. Nada de saltar o hacer agujeros escapar.
Teniendo en cuenta que un perro aburrido, tiene mucho tiempo para buscar la forma de salir.
En estos casos, se necesita de un sistema autónomo que sea consistente y firme.
Sobre todo, que exista un control sólido, durante nuestras ausencias.
El sistema debe de seguir siendo siempre consistente de los límites.
De esta forma, el perro terminará por aceptar los límites que le impone el medio. Pensará antes de actuar movido por impulsos.
El perro que suele huir sin control, ante miedos sonoros o visuales
Primero, estos perros necesitan endurecerse, para que aprendan a tener control sobre sus emociones.
En estos casos, son movidos por el instinto de supervivencia ante su propia vida.
Bien, ante los miedos por experiencia pasadas o por miedos vacíos qué han ido tomando forma progresivamente.
Se les debe de sensibilizar ante el estímulo que le limita.
Luego le enseñamos a centrarse en nosotros mientras caminamos juntos, para dejar de lado a los factores externos y así controlar el impulso de fugarse o cualquier otro impulso.
Para terminar consolidando el aprendizaje con una llamada firme.
Enfocado de esta forma, le enseñará a comportarse y aceptar las normas que se rigen en su vida diaria.
Aprenderá a gestionar sus emociones y a hacerse cargo de sí mismo.
Estará en el camino hacia la independencia emocional. En la dirección hacia su madurez.
Irá expresando cada vez más felicidad.
Preguntas frecuentes:
Muchos perros durante la caza presentan fugas al escuchar el sonido de los disparos.
¿Cómo se debe de actuar?
Detrás de estas fugas suelen estar presente la angustia. Son movidos por el impulso de sus emociones.
Muchos perros se bloquean y se pierden ante la intensidad elevada de la ansiedad.
Otros, se dirigen hacia el coche al que llegaron.
Se debe hacer una desensibilización sobre el sonido.
Cuando se endurezca al perro sobre la situación, no debemos permitir una fuga más.
Para ello, nos podemos hacer con una llamada firme.
En los cachorros qué de forma impredecible suelen presentar una huída despavorida.
¿Qué se suele aconsejar en estos casos?
El cachorro que aún no tiene formada su personalidad, carece de cierta dureza.
Se suele aconsejar consolidar bien una identidad (comida, agua, afecto, juego, convivencia..etc) sobre el animal.
Necesaria para moverlos mucho por zonas transitada de personas,ruidos…etc. Se sentirán apoyados.
No permitir una fuga más, para qué no le quede otra que aceptar el medio.
Aprenderá a hacerse cargo de si mismo. Madurará, y tan pronto como lo haga, consolidaremos una llamada firme.
Cuándo existen huidas hacia la casa del vecino que tiene la perra en celo. Entendiendo que se mueven por instintos naturales. ¿Se puede corregir esta conducta?.
Si, se puede y se debe corregir. Al final, no deja de ser un IMPULSO más, al que él perro debe de aprender a controlar.
Hay que cortar la conducta desde que abrimos la puerta para recibir visitas, hasta sus salidas al parque.
Existen perros que esperan ese momento, para aprovechar el despiste del propietario. Alimentando así cada vez más las ganas de escapar.
Se aconseja centrar también al perro con un junto mientras paseamos, y consolidar su desarrollo diario sobre sus impulsos, con una llamada firme.
Qué respete una distancia al abrir la puerta de entrada.
Debe de aprender a contenerse y aprender a pensar en consecuencias.
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