Consejos para saber cómo elegir un perro.

Entrevista de radio sobre; “Consejos para saber cómo elegir un perro”. 

Primero que todo será determinante para el comportamiento del perro, tener en cuenta sus necesidades, nuestras limitaciones y el tiempo del que disponemos.

También debemos tener en cuenta para saber cómo elegir un perro, las características temperamentales se deben de evitar y qué problemas de comportamiento nos podremos encontrar. Ya que uno de los casos recurrentes, son perros con características excitables y sensibles, en manos de propietarios con poca experiencia o poco tiempo para dedicarle a sus necesidades físicas y educativas.

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A estos propietarios les cuesta introducir al perro dentro de la convivencia, y estos perros por la carencia de límites en su día a día en el jardín o patio de casa, van desarrollando una frustración mal controlada, con transición hacia una agresividad generalizada, hasta hospedarse en una motivación hostil.

Todo porque no han sabido gestionar sus impulsos a través de una educación blanda y la resolución de la energía física a través del tiro contínuo de la pelota o el palo, creando un desgaste físico, pero dejando presente la tensión en el perro, traduciéndose en impulsividad.

Concretamente en estos casos, la resolución de la energía tensional, de la mano de una educación blanda o poca organizada, suele ser el desencadenante de los procesos de agresividad.

Estas razones hacen que saber cómo elegir un perro, resulten un poco delicadas, por ejemplo, están los propietarios que con la buena intención, se hacen con un perro de pequeño tamaño, para animar a uno de los integrantes de la familia que está pasando un mal momento, con la idea de entretener mientras se ocupa de las necesidades del perro.

Estos perros no solo terminarán siendo responsabilidad de los padres, si no, que además como en el punto anterior, aunque sean perros pequeños sin excitabilidad, pueden ser perros temperamentales.

Aquí la falta de implicación y la poca organización familiar, llevará a tener un pequeño rey de la casa.

El perro irá expresando (gruñido, ladridos, impulsos) todo lo que no le agrada, lo que no le apetece o los límites que se le imponen. Terminará exigiendo hasta el afecto, y con el paso del tiempo se dan cuenta que tienen un problema más añadido dentro de la convivencia.

Un perro cascarrabias y agresivo, que por miedo nadie se implica en su educación de forma consistente y firme. A tal punto, que nadie se atreve a sacar al perro a la sociedad, por el estrés contínuo que genera tener que estar evitando y controlando que pueda ocasionar daño a los demás.

Se subestima la talla de los perros y luego el desencadenante se repite, dado que al tratarse de un perro pequeño, no se tiene presente de que se deben de resolver las misma necesidades educativas y físicas que si tratara de un pastor alemán o un boxer.

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Luego están los propietarios que tienen cierta limitaciones físicas, que se hacen con perros fuertes o excitables.

Al igual que el perro de asistencia a la discapacidad visual, que con el tiempo van descubriendo que sus usuarios no ven, estos perros aprenden que su propietario tiene ciertas limitaciones.

«Ellos aprenden que no tienen el mismo tiempo de reacción ante las correcciones o la imposición de límites, que su educador o adiestrador.»

Existe un claro ejemplo; El perro ante la presencia de su adiestrador o educador se lo piensa y no actúa, cuando antes sabía que solo empujando con la cabeza podría abrir la puerta y acceder a su objetivo.

El mismo ejemplo se suele dar en personas con movilidad reducida en (sillas de ruedas), cuando su propietario se decide soltarle.

Luego al llamarle para volver a casa, el perro aprende dónde están los límites y las consecuencias.

Se debe ser honesto a la hora de saber cómo elegir un perro, teniendo en cuenta nuestra experiencia, tiempo e implicación en su educación y actividades físicas.