¿Cómo educar a un perro mayor?, es una pregunta muy recurrente, cuando un perro manifiesta cierta conductas, bien porque son perros que han sido adoptados o perros que han vivido siempre excluidos de la sociedad en campos.
Con edades comprendidas de entre los tres, a los siete años, sus propietarios creen que ya no se puede educar a un perro de forma correcta para corregir su conducta.
El perro ha demostrado su capacidad de memorizar conceptos y de adaptación al medio.
Por lo tanto, la idea de que un adiestramiento cambiará al perro, sigue existiendo. Sin embargo, es erróneo el pensar que educar a un perro modificará radicalmente al mismo.
Cuando se implementa una educación comprometida, el perro “mejora” su conducta, aprendiendo una nueva forma de actuar.
Pero seguirá siendo el mismo perro.
¿Cómo educar a un perro mayor?
Son muchos los factores que determinan cuando se trabaja sobre ciertas conductas;
- La consolidación y procesos de los aprendizajes de la conducta.
- El medio que condiciona la conducta.
- La educación que se le proporciona (si es que la tuviera)
Un ejemplo de como educar a un perro que se suele ver mucho y que servirá para resolver muchas dudas;
“Imaginemos un perro que vive en una parcela, haciendo la valla continuamente con los transeúntes.”
Este perro se ha criado y ha ido reforzando progresivamente la conducta por el lugar.
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¿Cómo ha influenciado el lugar sobre la conducta?
Fue aprendiendo que cada vez que pasara una persona por el lugar podía desahogar toda frustración.
Por lo que nos lleva al siguiente punto….
¿Qué límites están proporcionando en su educación para cortar esa conducta?.
Es un perro que dado a la posición que se encuentra en la convivencia (en el jardín o patio), no causa una molestia en nuestro día a día.
Por lo que no se le suele echar cuenta a un perro que ladra de fondo. Se llegar a ignorar como habituación de la conducta.
¿Cómo influye el tiempo que lleva presentando la conducta?
Evidentemente la confirmación continúa de la conducta, hace que siga su curso. Estos perros van desarrollando cada vez más frustración ante la valla.
Se va observando una pequeña vereda donde continuamente pasa el perro derecha a izquierda.
El perro se va volviendo cada vez menos tolerante e irritable. Se muestra en vigilia continúa frente a la valla. Todo su mundo está ahí.
Y a su vez todos los aprendizajes que ofrece el mundo se escapa antes sus ojos, debido a la continúa fijación.
¿Qué variantes sigue esta conducta?
La conducta al no ser cortada, como hemos dicho anteriormente seguiría avanzando.
Esa frustración inicial que se expresaba en ladridos al aire, en muchas ocasiones se observa como van desarrollando una agresividad mordiendo el cubre valla.
Derivan esa frustración con impulsos y mordiendo ” ya está tirando la boca ante la motivación que le provoca lo que tiene delante”.
Por lo cual en ese momento existe”ganas de agredir”.
Aunque ya hemos visto que la agresividad es un proceso que el perro va aprendiendo hasta llegar a la agresión.
Otros, no solo han derivado su frustración ante el vallado, también ante todo vehículo que entran, lo persigue hasta que se para.
Luego vuelven a lo suyo “la valla”. Muchos de éstos perros presentan una vejez prematura, debido al desgaste articular.
Es por ello, que estos perros no hacen caso a las visitas. “La fijación está en el movimiento.”
La pregunta; ¿Se puede educar a un perro que lleva años presentando la conducta?
Si nos centramos en los hechos, la realidad es que estamos ante un perro que ha ido desarrollando una agresividad durante años.
El simple cambio de entorno, ya provoca una nueva forma de actuar, ante la falta de estímulos.
Pero sin obviar que se debe implantar una educación comprometida, que fomente esa resistencia ante sus impulsos. Cosa que carece.
Por lo tanto el proceso de educar a un perro, debe ser respaldado con recursos de contención que fomente de forma consistente y constante autocontrol y SIEMPRE.
En este ejemplo, si somos serios, el perro “no cambiará, pero si mejorará.”
Al igual que el perro que llega a la civilización asustadizo, con la exposición continúa “mejorará” pero, siempre dejará notar que faltó socialización en su edad temprana.
Pero sea cual sea de estos casos, si somos serios, terminarán por adaptarse a la convivencia y a la sociedad, que es el objetivo marcado en todo perro de compañía.
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