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El Baño del perro y su Falta de Autocontrol.

Al igual que vamos desarrollando autocontrol con las normas diaria de casa. El autocontrol por bañarse se debe de tomar de igual forma.
perro nadando

El Baño del perro y su Falta de Autocontrol.

la falta de autocontrol por bañarse del perro
baño del perro- Labrador tomando un baño

La falta de autocontrol por el baño del perro, es una forma de expresión, ya sea de excitabilidad o frustración. Mucha veces se observa como a estos animales les encanta bañarse en la piscina o la playa; al igual que a nosotros, ellos también disfrutan mientras se refrescan, “además, el baño del perro brinda numerosos beneficiosos a nivel terapéutico, como lo es en caso de lesiones” con el desgaste físico y mental que proporciona la actividad física.

De igual manera se observa mediante cámaras, como a solas disfrutan durante horas tirándose y nadando en la piscina, esto suele ser una práctica lúcida y muy común durante el baño del perro.

Pero, ¿Puede el baño del perro perjudicar su comportamiento ?

Como hemos comentado anteriormente, el baño del perro tiene sus ventajas, pero si no sabemos gestionar esa afición por el agua, puede ser un quebradero de cabeza, transformándose en un caso de falta de autocontrol por bañarse .

El problema viene cuando el animal continuamente pasa a estar muy pendiente del agua o en ocasiones por quienes están dentro de la misma, volviéndose una obsesión para el mismo.

El problema de la falta de autocontrol por el baño del perro

Estos perros pasan a ser una molestia por varias razones:

  • Por sus excesos de ladridos cuando alguien está dentro de la piscina.
  • Por sus continuas vueltas a la piscina.
  • Se van mostrando cada vez más impulsivos cuando ven el agua de la playa o la piscina, pues se tiran sin ser conscientes de que puede peligrar su vida.

He sido testigo de como perros que viven en zonas de playas, cuando sus propietarios les suelta, para hacer sus necesidades, corren despavoridos hacia el agua de la playa, cruzan carreteras sin mirar atrás poniendo en peligro su vida y las de los demás. Es un caso muy demandado por la angustia que se le genera a estos propietarios por dicha situación .

En la mayoría de los casos el propietario del perro se acerca desesperado a recoger a su mascota de la playa, donde observa un perro feliz que corre de un lado a otro en el agua, pero que es totalmente inconsciente del peligro que conlleva esta actividad.

Es por ello que el baño del perro puede resultar ser una actividad donde se presente problemas de comportamientos, que si no se tratan a tiempo desencadenaran conductas como la ansiedad que sienten a través de una mala experiencia ( trato hostil de desconocidos, agresión por parte de otro perro. accidentes con carros, en fin, la lista es larga).

Al igual que en los casos de casas con piscinas, el perro antes de tirarse, no tiene en cuenta que luego no podrá salir de la piscina. En consecuencia en muchos casos el baño de perro puede llegar a ser mortal. Otro caso suele ser cuando los propietarios que deciden salir a tomar algo a una terraza y se llevan al perro, “se encuentran en que pasa de ser un rato agradable y relajado a estar incómodos, porque el perro se muestra inquieto, sin parar de gemir, mirando fijamente el agua“.

Con la suerte de que al propietario en un descuido no se le escape el perro hacia la playa, ya que se puede ver en la situación de estar vestidos para la ocasión y recogiendo al perro del agua.

A estos casos mencionados les une lo mismo, son mascotas que no han ido desarrollado autocontrol, en este caso por el baño del perro durante la convivencia en la piscina de casa o en la sociedad en las playas. Se puede decir que es la misma situación por la que pasa el perro que se impulsa tras el movimiento de bicicletas, patinetes, pelotas y otros objetos.

A continuación los casos que estando más centrados en su educación les proporcionara a su vez beneficios para su desarrollo emocional:

En casa con piscinas:

  • Tendrá un tiempo concreto de juego con una orden destinada “salta” , “dentro” etc.
  • Enseñar órdenes como el “quieto”, obligará al perro a autocontrolar esas ganas de saltar.
  • En perros que ladran en exceso, gimen o dan vueltas y vueltas sobre la piscina, se les dotará de herramientas de contención.
  • Es importante enseñar como salir e ir dejando la autonomía para hacerlo por si mismo.

Optar por amarrar al perro no le permitirá aprender a desarrollar el autocontrol necesario.

Para la playa:

  • Una llamada firme.
  • Enseñarles a andar “junto” sin tirar de la correa, añadiendo movimientos que obliguen al perro a centrarse en nosotros.
  • Le enseñaremos a permanecer quietos, con la tentación del agua a la vista.

El objetivo es implementar normas que centren al perro, de esta forma ganaremos atención sobre el mismo, de manera que su percepción sobre nosotros y el entorno aumentará. Así pues es muy necesario el poder educarles e ir desarrollando el autocontrol durante el baño del perro.

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