La mayoría de casos por problemas de comportamiento que se demanda hoy en día, son por una mala elección del cachorro y escasez de conocimientos.
Como adiestrador de perros, me he encontrado propietarios que por falta de responsabilidad adquieren un perro obviando el tiempo que hay que dedicar en sus cuidados y en su educación o cuanto permanecerá solo en su vida rutinaria. Muchos perros ven dificultada su adaptación al ambiente, frustrando las expectativas de la persona o personas de la convivencia.
A la hora de elegir el perro se desconoce la importancia de dedicar tiempo en las etapas más críticas en el cachorro y perro joven.
Antes de adquirir por primera vez un perro no se informan de las características del animal, ni sobre sus necesidades físicas y psíquica (excitabilidad, fuerza, carácter, sensibilidad…etc.) anteponiendo los cánones de belleza y de morfología del perro sobre las necesidades físicas y emocionales.
Lo hacen con perros activo “Pastor Belgas Malinois” cuando se tiene vidas sedentarias.
Se humaniza demasiado olvidando los instintos del perro. Como se trata al delfín y se tiene presente los límites como animal, al igual que al caballo, pero, sin embargo, tratamos y le exigimos al perro como a un humano.
Tratamos de adaptar tanto al perro a la sociedad, quedando manipulada desde la cría y selección del mismo, siendo biológicamente afectados, desarrollándose cada vez perros con menos tolerancia a las enfermedades, al ambiente… Timidez, sensibilidad, excitación, sumisión…etc.
Por ejemplo; Se trata de adaptar en un piso pequeño perros fuertes y con mucha afición a la caza, reprimiendo así sus instintos.
Hoy día se toma el error de creer que gastar la energía del perro es sacarlo a hacer sus necesidades fisiológicas y que con eso están cubiertas sus necesidades físicas.
También están los propietarios primerizos e inexpertos que se hacen con perros de gran corpulencia e instintos de presa (Dogo argentino, Pitbull, American Staffordshire…etc.) tratando al perro con una educación blanda, sin firmeza, ni consistencia en su educación y ejerciendo poco control sobre el animal.
Estos casos suelen llegar a una motivación hostil y en muchos casos pasan a ser portada de prensa.
Un caso de agresividad que he presenciado en muchas ocasiones por frustración mal controlada, en la raza nórdica Husky siberiano. Un perro con gran instinto depredador y enérgico, dónde se le reprime diariamente su excitabilidad y energía, sin una vía donde canalizar ese desgaste emocional, derivando en el tiempo en trastornos de excitabilidad excesiva o personalidad excitable.
Estos perros no atienden al entorno, ni se paran a mirar a la cara. Esto no solo dificulta muchos aprendizajes, si no, que se dejan llevar por sus impulsos.
Todos estos casos como he comentado anteriormente, son frutos de elección de perros basado en lo estético o la irresponsabilidad, dejando a un lado la importancia de resolver sus necesidades biológicas, afectando emocionalmente al perro.
“Si se optara por un perro más acorde a nuestro estilo de vida, se disfrutaría del perro y no peligraría su existencia en esta sociedad”.
Esto es muy similar a si nos compramos un coche y nos fijamos más en lo bonito que es el modelo, que en las características en sí del coche (motor, espacio), que es precisamente lo que resolverá nuestras necesidades.
“Lamentablemente el perro si no termina de encajar en esta sociedad el error lo pagará más caro”.
Para disfrutar de un perro y que se adapte a nuestras al ambiente de nuestra vida diaria, no es necesario que sea de una raza determinada, existen muchos perros en las protectoras esperando ser adoptados con muy buenas cualidades y además muy adecuadas a nuestro modelo de vida.
De esta forma tenemos la ventaja de que partimos de que nos pueden informar sobre la forma de ser del perro. Esto nos servirá para saber qué características de personalidad tiene el perro adulto y así poder estudiar el perro en nuestro ambiente.
Ya que no es lo mismo un perro con intención de tenerlo en un piso, en un chalet.
He conocido propietarios que adoptan perros para alguna especialidad en concreto. El animal aprende a canalizar su energía mediante el trabajo, autocontrolando sus impulsos mediante los límites de su especialidad.
Aquí lo interesante, es como el propietario toma como base la forma de vida que llevará con independencia de su especialidad. Tomemos conciencia en la elección del perro, dejemos los impulsos y las modas a un lado.
Hagamos un punto de inflexión y meditemos bien la decisión. Infórmense sobre que perro vas a adquirir. Tendremos como base el modelo de vida y la presión al medio que soportará el animal para su adaptación con nosotros.
Gracias por la información tan útil!
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