Introduction

El perro tímido

timidez

El perro tímido

timidez
Labrador negro tumbado

Etiquetar como tímido a un cachorro, es hacerlo de forma impulsiva. Los cachorros se retraen y sobreactúan ante muchos estímulos. Lo hacen por timidez, inseguridad o miedos, ante el medio o las personas.

Esa clase de timidez no es preocupante, es natural y se irá disolviendo a través de la exposición en su día a día y con la llegada de su madurez. Esta timidez cómo tal, no produce deterioro en su vida social, familiar o en su especialidad si la tuviera. Ya que estamos hablando de la forma de ser del perrito.

Por ello, no se debe de diagnosticar como un trastorno hasta llegados a su edad adulta, ya que aún no se formó su personalidad.

Eso sí, hay que evitar que la timidez qué se vaya desarrollando hacia su madurez y derive en trastorno de la personalidad por exceso de timidez.

El perro tímido se suele confundir con el perrito educado bajo los excesos de protección. 

A diferencia del perro tímido, este último, durante las exposiciones hacia el medio o personas desconocidas, se muestra receloso, se tiran a morder para protegerse. Mientras el perrito tímido, se retrae, acepta, se esconde.

El perro tímido que vive en perrera o en el jardín de un chalet, tiene difícil pronóstico, se les suele tachar de “pobre perro”, y carecen del conocimiento del mundo qué le rodea, ya que las expectativas sobre él animal son nulas.

Hay quien utiliza como recurso ante la timidez, la exposición gradual hacia los estímulos sociales, pero, ese enfoque no solo es más lento y arduo tanto para nosotros, como para él perro, si no, que no lleva al éxito en la mayoría de estos casos.

Pongamos el ejemplo en los perros que se muestran tímidos hacia las personas desconocidas, ya sean grupos pequeños o grandes.

Si se hace con firmeza y consistencia, el perro tímido suele responder progresivamente de forma favorable ante la exposición directa al entorno. 

Además, tolera de forma positiva, procesando muchos aprendizajes, si ignoramos por nuestra parte las cosas que no suponen una amenaza real para él perro, ya que de lo contrario se alertará ante nada en concreto.

Mandar al perro a realizar algo mientras se le está exponiendo, hará que centre su atención sobre ello. 

Por ejemplo, le decimos “échate”; 

Trataremos de mantenerle sin levantarse, con indiferencia de quién se dirija hacia él en ese momento. Podremos ir desplazándonos de su lado hacia detrás, hasta dejarle qué gestione el solo sin nuestro contacto.

De ahí, la exigencia de la disciplina en el perro y la necesidad de ser movidos mucho. Puerta de colegios, zonas peatonales, puerta de centros comerciales…etc.

Progresivamente su resistencia se reforzará, le hará autocontrolar e ir aceptando muchas situaciones, como algo normal y habitual en su vida rutinaria.

El perro debe sentir que estamos, sin mostrar qué se le sobreprotege.

Que estos perros sean tímidos, no exime de una disciplina en su educación y adiestramiento, puesto que su forma de ser, no es una incapacidad para en su vida.

Para enfocar la educación del perrito tímido, no solo nos ceñiremos en “que el perro es tímido” hay que apoyarse en otras características de su forma de ser, es decir;

Dominación; Se puede ser tímido y dominante. Tener cierta timidez hacia las personas y situaciones nuevas, pero, dominante en un entorno que tiene controlado. Ahí debemos intervenir para educar, rechazando esa conducta como una norma disciplinaria de la convivencia con los demás.

Sumiso; La sumisión y ser tímido puede ser alarmante y lastimoso a ojos del propietario. Estos perros se retraen, lo viven desde dentro suya, no exteriorizan, viven desmotivados, fuera de ajuste, dejando la vida pasar.

En este caso aplicaremos la exigencia en su educación como otro más, para no hacerlo más blando.  Que realice tareas de adiestramiento (que sepa hacer) que le hagan relacionarse y sentirse bien (mejora su autoestima y autoconcepto). Cuando hablamos del perro sumiso y tímido, debemos exigir igual en la disciplina que a otro, pero, a su vez con una mano sensible.

Preocupación; el perro tímido y preocupado vive constantemente con miedo anticipatorio, sobreactúa ante los acontecimientos o estímulos, evitando todo tipo de situaciones, no tiene iniciativa, ni es resolutivo, suele ser dependiente sobre otros antes de pasar a la acción. Nuestra entereza mostrando que no pasa nada y la exigencia educativa, le hará centrarse y controlar sus emociones o impulsos.

Tensión; El perro tímido y tenso, vive angustiado, a la mínima de cualquier ruido o movimiento, su reacción de tensión está presente, suelen ser poco pensantes. En el caso del perro con las características de timidez y poca tensión, a este le ayuda a procesar mejor los aprendizajes. Es importante estar relajados y firmes en el trato con estos perros, para no entrar en la misma dinámica de tensión y estrés que denotan.

Los propietarios que no tienen presente el afecto y disciplina y que además ponen poco afecto y delicadeza en estos casos, no les llevará al éxito. De ahí reside la fina línea en la que se trabaja con él perro tímido.

0 comments on “El perro tímido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Accesibilidad