Naturaleza de la Timidez Canina
Etiquetar como perro timido a un cachorro, es hacerlo de forma impulsiva. Los cachorros se retraen y sobreactúan ante muchos estímulos. Lo hacen por timidez, inseguridad o miedos, ante el medio o las personas.
Esa clase de timidez no es preocupante, es natural y se irá disolviendo a través de la exposición en su día a día y con la llegada de su madurez. Esta timidez cómo tal, no produce deterioro en su vida social, familiar o en su especialidad si la tuviera. Ya que estamos hablando de la forma de ser del perrito.
El Diagnóstico Prematuro y sus Consecuencias
No es apropiado diagnosticar a un cachorro con un trastorno de personalidad debido a su timidez antes de que alcance la madurez, ya que su personalidad aún está en desarrollo. En cambio, es crucial evitar que la timidez se intensifique con la edad y se convierta en un trastorno de personalidad por exceso de timidez.
Confusiones Comunes: Tímidez vs. Protección Excesiva
El perro tímido se suele confundir con el perrito educado bajo los excesos de protección. A diferencia del perro tímido, este último, durante las exposiciones hacia el medio o personas desconocidas, se muestra receloso, se tiran a morder para protegerse. Mientras el perrito tímido, se retrae, acepta, se esconde.
El perro tímido que vive en perrera o en el jardín de un chalet, tiene difícil pronóstico, se les suele tachar de “pobre perro”, y carecen del conocimiento del mundo qué le rodea, ya que las expectativas sobre él animal son nulas.
Hay quien utiliza como recurso ante la timidez, la exposición gradual hacia los estímulos sociales, pero, ese enfoque no solo es más lento y arduo tanto para nosotros, como para él perro, si no, que no lleva al éxito en la mayoría de estos casos.
Pongamos el ejemplo en los perros que se muestran tímidos hacia las personas desconocidas, ya sean grupos pequeños o grandes. Si se hace con firmeza y consistencia, el perro tímido suele responder progresivamente de forma favorable ante la exposición directa al entorno.
Además, tolerara de forma positiva, procesando muchos aprendizajes, por lo tanto, si ignoramos por nuestra parte las cosas que no suponen una amenaza real para él perro, de lo contrario se alertará ante nada en concreto.
Al instruir al perro para que realice una acción específica durante su exposición a diversos estímulos, podemos focalizar su atención en esa tarea. Por ejemplo, al decirle “échate”, debemos esforzarnos por mantenerlo en esa posición, independientemente de quién se acerque en ese momento. Gradualmente, podemos alejarnos, permitiendo que el perro maneje la situación por sí mismo sin nuestra intervención directa.
Este método subraya la importancia de la disciplina constante y de situar al perro en entornos que requieran su movimiento y adaptación, tales como las entradas de colegios, zonas peatonales y exteriores de centros comerciales. A medida que el perro enfrenta estas situaciones repetidamente, su capacidad para autoregularse y adaptarse a diversas circunstancias se fortalece, volviéndose parte de su rutina diaria y comportamiento habitual.
El perro debe sentir que estamos, sin mostrar qué se le sobreprotege.
Que estos perros sean tímidos, no exime de una disciplina en su educación y adiestramiento, puesto que su forma de ser, no es una incapacidad para en su vida. Para enfocar la educación del perrito tímido, no solo nos ceñiremos en “que el perro es tímido” hay que apoyarse en otras características de su forma de ser, como las siguientes :
Dominación
Se puede ser tímido y dominante. Tener cierta timidez hacia las personas y situaciones nuevas, pero, dominante en un entorno que tiene controlado. Ahí debemos intervenir para educar, rechazando esa conducta como una norma disciplinaria de la convivencia con los demás.
Sumiso
La sumisión y ser tímido puede ser alarmante y lastimoso a ojos del propietario. Estos perros se retraen, lo viven desde dentro suya, no exteriorizan, viven desmotivados, fuera de ajuste, dejando la vida pasar.
En este caso aplicaremos la exigencia en su educación como otro más, para no hacerlo más blando. Que realice tareas de adiestramiento (que sepa hacer) que le hagan relacionarse y sentirse bien (mejora su autoestima y autoconcepto). Cuando hablamos del perro sumiso y tímido, debemos exigir igual en la disciplina que a otro, pero, a su vez con una mano sensible.
Preocupación
El perro tímido y preocupado vive constantemente con miedo anticipatorio, sobreactúa ante los acontecimientos o estímulos, evitando todo tipo de situaciones, no tiene iniciativa, ni es resolutivo, suele ser dependiente sobre otros antes de pasar a la acción. Nuestra entereza mostrando que no pasa nada y la exigencia educativa, le hará centrarse y controlar sus emociones o impulsos.
Tensión
El perro tímido y tenso, vive angustiado, a la mínima de cualquier ruido o movimiento, su reacción de tensión está presente, suelen ser poco pensantes. En el caso del perro con las características de timidez y poca tensión, a este le ayuda a procesar mejor los aprendizajes. Es importante estar relajados y firmes en el trato con estos perros, para no entrar en la misma dinámica de tensión y estrés que denotan.
Los propietarios que no tienen presente el afecto y disciplina y que además ponen poco afecto y delicadeza en estos casos, no les llevará al éxito. De ahí reside la fina línea en la que se trabaja con él perro tímido.
En conclusión, es crucial entender que la timidez en los perros es manejable y no debe ser vista como un defecto permanente. Con la educación y la disciplina adecuadas, incluso un perro tímido puede convertirse en un compañero seguro y bien ajustado. Esto requiere paciencia, consistencia y un entendimiento profundo de las necesidades emocionales y de comportamiento del perro.
En Perro asistencia sabemos lo importante de adiestrar a un perro timido, por eso ofrecemos nuestros servicios en adiestramiento canino.
0 comments on “El perro tímido”