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El instinto depredador del perro: Un caso por resolver.

La conducta depredadora es motivada por los instintos de caza. La activa la persecución, captura y despieces de la presa. Nada que ver con el bulo de haber probado sangre.
perro ladrando

El instinto depredador del perro: Un caso por resolver.

el instinto depredador del perro
perro ladrando a pato

El instinto depredador del perro proviene de su primogénito el lobo. Es por ello, que observamos en muchas ocasiones conductas de persecución y caza. Por ejemplo cuando el perro persigue al gato, también ante el movimiento o las sombras de los pájaros.

De esta forma el instinto depredador del perro es una conducta que suele presentarse como una pesadilla para aquellos propietarios que viven en el campo junto a otros animales. De manera que estos propietarios cuándo tienen que salir y dejar al perro a solas, lo piensan demasiado e incluso llegan al punto de no atreverse, ya que si lo hacen son consientes de que dejan la situación de la mano de la suerte. Así pues, los propietarios llegan a temer que al regresar se encuentren con una masacre, e incluso temen de que el animal se escape hacia otros campos colindantes en busca de su próxima víctima.

Es por ello que en el caso del instinto depredador del perro normalmente estos animales tienen pocas oportunidades, ya que suelen ser cedidos o sacrificados a temprana edad (3 años como máximo). De igual manera al día de hoy aún se sigue escuchando el bulo “el perro que prueba sangre poca solución tiene”. Sin embargo no hay que no hay que tomar decisiones sin antes estudiar el caso.

En Perro Asistencia nos hemos especializado en adiestrar perros y en corregir conductas mal aprendidas, si piensas que necesitas apoyo para lidiar con el instinto depredador del perro, no dudes en ponerte en contacto con nuestro equipo y con gusto te asesoraremos.

¿Cuándo se suele presentar el instinto depredador del perro?

Normalmente los perros que han manifestado algún tipo de conductas depredadoras, suele ser porque viven bajo una educación permisiva y autónoma, esto activa su instinto depredador del perro. Dándose sobre todo en:

✅ Perros adoptados sin identificación.

✅ Perros jóvenes sin disciplina educativa.

De esta forma al carecer de límites, van desarrollando cada vez más afición por la caza y volviéndose cada vez menos tolerantes ante sus impulsos; hasta el punto de vivir por y para el momento de la oportunidad de cazar a la primera gallina, pavo u oveja que se le cruce. Es por ello que el instinto depredador del perro se acrecienta y se aprende por modelamientos cuando conviven con otros perros. Además hay que tener en cuenta que que los lobos se movían y actuaban en manada.

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¿Cómo podemos hacer para que el perro respete a los demás animales?.

El primer paso para superar el instinto depredador del perro, es entender que estos animales se mueven por instintos primarios como lo es la caza, por lo tanto no es la sangre lo que lo motiva, es el movimiento la persecución, la captura y despieces de la presa. De manera que muchos perros cuando capturan a su presa se la comen, otros pierden interés una vez muerta para ir tras el movimiento de otra víctima, mientras otros esconden la presa. Independientemente de como responda cada animal tras la captura, todos necesitan trabajar lo mismo, al autocontrol, necesitan pensar antes de actuar, sentir y pensar que existen consecuencias.

¿Por qué en presencia de su propietario respetan a los demás animales?

Ellos sienten el CONTROL en su presencia, cuando han experimentado las consecuencias del enfado tras una de sus tratadas. A partir de ese momento y de la contundencia que empleó su propietario, siempre quedara un aprendizaje. Es por eso que se repiten en la misma afirmación. “Si estando yo ni mira o hace el intento de perseguir”.

Al igual que el perro aprendió a contener esas ganas en su presencia, debe aprender a aceptar que existen límites en nuestras ausencias. Para ello debemos de hacernos con recursos que nos permitan controlar el instinto depredador del perro sin la necesidad de estar presente. Por lo que optar por encerrar o amarrar al animal, siempre lo dejará en la misma fase de su aprendizaje, se controlará al perro, pero quedará pendiente de trabajar.

En el caso de la cadena, cuando pase alguna presa dentro de límite que permite la extensión de la cadena, hará una de las suyas. Esas ganas de trincar permanecerán, ya que no están aprendiendo a gestionar sus impulsos, ni existe un recurso que fomente cierta resistencia antes sus ganas.

¿Cómo podemos enfocar el caso del instinto depredador del perro?

Al tener claro la importancia del control qué debemos emplear sobre el perro, el primer paso comienza por estudiar el vallado que necesitamos, es decir, delimitar la zona donde permanecerá en nuestra ausencia.

Así pues, no podemos asegurar que respetará la puerta de entrada de la finca o que no existan agujeros de escapatorias, sin embargo, una vez que nos asegurarnos este paso, se estudiará el recurso más apropiado para que aprenda controlarse y vaya perdiendo el interés.

Para estos casos se necesitará de un sistema autónomo que proporcione el control SIEMPRE y le enseñe a pensar ANTES de actuar, usando una corrección proporcional a las ganas de pasar a la acción. De esta forma nunca se debe de trabajar bajo el miedo o la tensión, ya que ese estado no permitirá al perro pensar.

Así mismo, los vallados invisibles son una buena opción para los casos de escapistas o conducta depredadoras, debido a que no sólo salvarán la vida de perros escapistas que cruzan carreteras sin pensar, sino que además nos asegurarán que el perro permanecerá en la zona habilitada.

¿Cómo actúa el vallado invisible?

Es un cable que quedará enterrado bajo tierra a 0,15 cm de profundidad, rodeando la zona que necesitamos controlar, la cual es controlada a través de un panel de regulación. De igual manera este vallado inicialmente será marcado con una especie de banderines, para delimitar a las zonas donde deambular.

Por lo tanto el perro al acercarse 0,50 cm le sonará una pequeño pitido de advertencia para que no avance. Si el perro hace caso omiso recibirá una estímulo MOLESTO no DOLOROSO que le hará volver hacia la carencia. De esta forma se debe destacar que este impulso es electro estático, muy similar al tocar un coche tras un viaje o cuando damos la mano a alguien. Nada que ver con la electricidad que usamos en casa.

De igual manera se recomienda que en la fase de aprendizaje dejemos claro al perro a través del refuerzo positivo (premio) la dirección deseada cuando suene el pitido, por lo que una vez tenga claro el concepto, se ajusta en el panel la medida del sonido de advertencia hasta los banderines y el impulso que necesita en función de:

  • Excitabilidad
  • Dureza psicología
  • Umbral de sensibilidad (blanda o dura)

Si ajustamos un impulso bajo la motivación por la caza le hará disuadir la corrección. Será un aprendizaje a medias, convirtiéndose en un refuerzo intermitente. Por lo que la conducta persistirá e intentará de vez en cuando probar si es su día de suerte . Al contrario, si el impulso es desproporcionado no cumplirá el objetivo marcado, en consecuencia se moverá por miedos, cuando nosotros nos centramos en hacer PENSAR ante de pasar a la acción.

Es por ello que se abre todo un abanico de aprendizajes, al igual que cambiará su conducta por otra y aprenderá a controlarse. De esta forma el vínculo con sus propietarios se beneficiará y se verá reforzada la relación. Así pues ahora podrás tomar cartas en el asunto y empezar a detener el instinto depredador del perro de forma gradual y correcta.

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