Introduction

Duna y la neurosis de la cola (caso real).

la persecusión de la cola no es heredada es una conducta aprendida
neurosis de perseguir la cola de perros

Duna y la neurosis de la cola (caso real).

cola
Bull terrier en la playa

Duna una perrita de la raza de pastor alemán de 7 meses de edad. 

La perrita llego a su nuevo hogar dos semanas antes de entrar en confinamiento, cuando tenía cuatro meses y medio de edad.

Los propietarios estaban a punto de mudarse al campo donde llegó la perra (pasó dos semanas sola, mientras tomaban la decisión de la mudanza) y fue en el confinamiento cuando aprovecharon para instalarse.

 A las semanas de instalarse, fue cuando se encontraron con el problema de perseguirse la cola.

Leer persecusión de la cola

Según contaba su propietario, cuando llegó al campo no presentaba conducta ni intención de persecución de la cola, fue a las semanas posteriores de llegar a su nuevo domicilio.

Tras este comportamiento existe un perro sensible a la exclusión social, le afecta los cambios bruscos de entorno. Perros que crean dependencia con facilidad.

Antes de enfocar estos casos hay que descartar;

– Problemas de columna.

– Problemas de cadera.

– Glándulas anales.

– Intolerancia al pienso qué está comiendo.

-Picor (enjuagar diariamente con un champú de árbol de te)

-Un complemento alimenticio para rebajar los niveles de cortisól

Tras unos estudios a números perros de pastor alemán y Bull terrier, criadores y veterinarios, se ha observado un índice elevado de dopamina, mientras que los índices de serotonina marcan a lo bajo, predominando la hormona del estrés.

Es por ello, qué sacamos la conclusión que la persecución de la cola no es heredada, es una conducta qué es aprendida y que se manifiesta como salida del estrés.

El estrés es el motor de la acción, mientras que la persecución la refuerza el instituto de caza del perro, ya que éstos se activan tras el movimiento como algo externo a su cuerpo. Al igual que perseguir sombras.

No se considera un trastorno, ya que su vida familiar, social o laboral funcionan bien, es una angustia o ansiedad mal gestionada.

Se considera un movimientos estereotipados a partir de año de edad. es decir, aunque desapareciera el rabo el movimiento se queda.

Para cortar está conducta se recomienda corregir al perro no tras la acción, si no antes, desde el pensamiento. Es decir, nada más mirar la cola (con la intención) cortamos la iniciativa con su NOMBRE y un NO.

Por eso, recomendamos que estos perros convivan dentro del núcleo familiar, para así ir corrigiendo en nuestra presencia e ir fomentando resistencia a esos impulsos de perseguir.

Con paciencia y constancia como aquél que tiene el hábito de roer las uñas, hay qué tomarse esto como un objetivo a largo plazo.

Nos podemos apoyar en un inicio del collar isabelino hasta que el perro vea que no va a ningún lado y su persistencia baje, ganando algo de atención y percepción sobre el entorno y las correciones. 

Luego podemos quitarlo en nuestra presencia para poder corregir NO y ponerlo en la ausencia de control por nuestra parte (mientras dormimos o permanece solo en casa).

Es una acción que requiere tiempo y paciencia ya que es un trabajo progresivo.

Se ha demostrado una mejoría cuando;

– Nos hacemos de la compañía de otro perro

– Cuando se hace uso de juguetes interactivos con el objetivo de distraer y centrar al perro en lo que hace. (Kong, huesos prensados, juegos que resuelvan la comida).

– Realiza ejercicios físicos mentales como andar, correr o bicicleta junto a nosotros, les hará relajarse mentalmente.

– El trato afectuoso acompañado de voz suave y con contacto físico con el animal, le relaja. (La convivencia resuelve esta parte)

La conducta empeora cuando;

-Confinamiento en perreras.

– Exclusión social.

– La tensión constante con corrección, el perro tenderá a frustrarse y buscar la salida de la cola.

Para estos casos nuestra sensibilidad en el trato con el perro será determinante para que el estrés no vaya en aumento.

Preguntas frecuentes;


¿Porque se persiguen la cola? Lo hacen como salida al estrés que experimentan, dolor o picor.


¿A qué edad suele manifestarse la persecución de la cola?
Puede manifestarse a cualquier edad ya que esto depende de la sensibilidad emocional y la situación qué experimenta el perro.


¿Qué factores influyen en la conducta de perseguirse la cola?
La exclusión social, el confinamiento en perreras, el cambio de entorno, el picor o dolor tras el golpeo de la cola.

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