La Dependencia del Perro
La residencia canina tiene relación con la dependencia del perro. Es uno de los problemas de comportamiento más demandado en la educación del perro.
Puede ser generada hacía un perro o persona.
La educación empleada sobre el perro, determinará la dureza del animal. Es por ello, que una educación blanda hará de un perro que no sea capaz de hacerse cargo de sí mismo.
Quedando limitados los propietarios, mientras inutilizan a su vez al perro.
Manifestando numerosos problemas de comportamientos; Cómo son el excesos de ladridos, aullidos, destrozos de mobiliario, agresividad mal controlada…etc.
Muchos casos son los que requieren de ser internados en una residencia canina, ya que la falta de información de sus propietarios, nos hacen dudar si tenemos todos los datos necesarios para enfocar el caso.
Se ha demostrado que cuando se interna a un perro en nuestra residencia canina, la pautas marcadas en su disciplina diaria, hace que el perro vaya presentando progresivamente un endurecimiento en la adaptación al medio.
Van madurando mientras van desarrollando la resistencia necesaria sobre sus impulsos (agresividad mal controlada).
En el proceso de la adaptación, su frustración irá disminuyendo hasta volverse tolerantes a la soledad mientras “aprenden a esperan“.
La residencia canina ofrece beneficios para el desarrollo emocional del cachorro y perro adulto.
- En caso de perros excitables, en la convivencia, se ha demostrado que tras el ingreso en residencia canina, se volvieron perros más sosegados y pacientes.
- Aprenden a relacionarse con los demás perros.
- Cuando se ven a solas suelen expresar su frustración durante varios días, negándose a comer.
El problema está en que nunca aprendieron a gestionar sus emociones cuando se quedan solos.
Es más, en muchas ocasiones llegan a su madurez si antes haber permanecido sólo en su vida.
Preguntas frecuentes
¿De qué forma manifiesta la ansiedad un perro?
Cada perro como individuo único, manifiesta de una forma u otra la gestión de sus emociones. Todos presenta la agitación en su respiración, la inquietud y la frustración. También pueden aparecer vómitos, diarreas, desmayos (por hiperventilación).
La forma de frustración algunos la manifiestan ladrando, con gemidos y aullidos. Otros, lo descrito antes y además destrozando el mobiliario. Algunos, hacen sus necesidades en sofá o cama (una forma de agresividad mal controlada).
¿La puede experimentar de la misma forma la ansiedad un cachorro que un perro adulto?
Manifiestan igual, la diferencia es qué en el cachorro por su edad tiene un carácter blando, pero la experiencia no está tan consolida, suelen avanzar rápido en su mejora. El perro adulto en cambio, tiene un carácter desarrollado, pero puede presentar una conducta consolidada y avanzada.
Muchos de ellos acuden al profesional de la psicología del perro con un trastorno avanzado o ya con una personalidad dependiente.
Cuando se dice que la residencia canina endurece al perro.
¿A qué nos estamos refiriendo concretamente?
Endurecer al animal es enseñarle a “hacerse cargo de sí mismo“. Es el camino hacia la independencia emocional del perro, se traduce en vivir sin preocupación y en felicidad para el perro. Endurecerse es madurar, aceptar la vida a la qué llegó sin miedos y sin limitar a sus propietarios.
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