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Comunicación asertiva en la educación del perro

Una comunicación asertiva hacia el perro, siendo conciso y claro, facilitará mucho a su educación e incluso a su programación profesional, sobre las intenciones que le pedimos al animal.

Comunicación asertiva en la educación del perro

 

Una comunicación asertiva no solo influye positivamente en la educación del perro, sino que también juega un papel clave en muchos de los aprendizajes que le ofreceremos a lo largo de su vida familiar, social o incluso profesional, si la tuviera.

Al igual que en las personas, los perros necesitan una comunicación asertiva para su desarrollo cognitivo y para aprender de manera efectiva. Es una necesidad primaria en su proceso de adaptación y aprendizaje.

El cariño se expresa de diversas formas, al igual que las palabras alentadoras cuando una persona está siendo apoyada por otra en un mal momento.

No solo se trata de una comunicación enriquecedora, sino que también impulsa y motiva a quienes la reciben a actuar.

Es precisamente a través de una comunicación asertiva que muchos de los aprendizajes en la educación del perro se consolidan de manera pasiva, sin que sus propietarios sean plenamente conscientes de ello.

Un caso muy común…

Un día, en el norte de España, un joven mastín que se encontraba pastoreando junto al ganado se percató de la presencia de un lobo. Acto seguido, se activó y corrió hacia él ladrando y alertando hasta que, con la ayuda de sus compañeros, lograron repeler el ataque.

Su propietario, que observaba la situación a unos metros de distancia, orgulloso del perro, le hizo sentir su aprobación a través de un tono cálido y agradable. Mencionando su nombre, le dijo:

“¡Buen perrooo!”

Desde aquel momento, gracias a esa sensación de gratitud que le hizo sentir su propietario, el joven mastín se entregó aún más a su labor. Este es un claro ejemplo de cómo una comunicación asertiva refuerza conductas positivas y fortalece la educación del perro.

La comunicación asertiva como estímulo y como límite en la educación del perro

Como hemos visto, la comunicación asertiva puede motivar al perro a actuar como un estímulo positivo, pero también puede establecer límites fundamentales en su educación.

Ejemplo:

Si un perro tiene prohibido poner las patas en la encimera de la cocina y lo pillamos en el acto, debemos comunicarnos con firmeza para que entienda que esa conducta no es aceptable.

Aquí es donde la comunicación asertiva juega un papel clave en la educación del perro, ya que permite corregirlo de manera clara y efectiva sin generar confusión ni castigos innecesarios.

La entonación firme es esencial para marcar límites, mientras que una voz suave refuerza conductas que queremos que se repitan.

El perro no entiende realmente el significado exacto de nuestras palabras, pero sí percibe, a través de la entonación, si algo está bien o mal.

¿Dónde queda el razonamiento del perro en su educación?

Por eso, es fundamental que la comunicación asertiva con nuestro perro sea clara y precisa.

La teoría nos dice que, en la educación del perro, este necesita seguridad y certeza para comprender nuestras intenciones y actuar en consecuencia.

Si la comunicación no es clara, se puede generar bloqueo, lo que hará que el perro evite el ejercicio en lugar de ejecutarlo con confianza.

En el proceso de educación, la comunicación asertiva y el tiempo de espera son clave tanto para reforzar una conducta deseada como para corregir una no deseada.

Es crucial encontrar el equilibrio entre la comunicación, la intención y el tiempo necesario para que el perro procese la información y tome decisiones de manera voluntaria.

Cuando la comunicación entorpece la educación del perro

Así como la comunicación asertiva es clave en la educación del perro, el uso excesivo de palabras puede generar distracción y confusión en el aprendizaje.

Ejemplo:

Un perro de búsqueda, en su fase inicial de entrenamiento, se encuentra totalmente concentrado en un ejercicio cuando su dueño no deja de hablar:

“¡Busca chico!… ¡Busca chico!… ¡Buuusca chico!”

Lo más probable es que el perrito termine abandonando el ejercicio para intentar entender qué es lo que realmente quiere su dueño. Este exceso de comunicación se convierte en un distractor y puede confundir al perro, alejándolo de su objetivo.

Aquí es donde la comunicación asertiva resulta crucial para evitar errores en la educación del perro.


La ausencia de comunicación como herramienta en la educación del perro

En ciertas situaciones, la ausencia de comunicación puede ser una gran aliada para evitar reforzar conductas indeseadas.

Debemos recordar que un perro puede sentirse gratificado con nuestra atención, incluso si esta es para corregirle.

Caso:

“El perro que nos recibe saltando con las patas encima al llegar a casa.”

En estos casos, si actuamos sin mediar palabra y simplemente generamos una sensación de inestabilidad al sujetar sus patas delanteras y dejarlas caer suavemente hacia atrás, el perro no recibirá ninguna gratificación a través de la comunicación o la atención.

No solo no obtendrá el refuerzo positivo, sino que, además, experimentará una sensación incómoda. Esto lo llevará a buscar otra forma de recibir afecto y atención sin necesidad de saltar.

La comunicación asertiva en casos de miedo, ansiedad o fobias

En situaciones de miedos generalizados, ansiedad o fobias específicas, la ausencia de comunicación y afecto consolador, mientras exponemos al perro al estímulo de forma controlada, puede ser una estrategia efectiva.

Cuando evitamos reforzar su inseguridad con caricias o palabras de consuelo, ayudamos al perro a gestionar sus emociones y conflictos internos por sí mismo.

Este es otro punto clave dentro de la educación del perro, ya que aprenderá a enfrentarse a situaciones nuevas sin depender constantemente de la aprobación de su dueño.

¿Cuántas veces hemos visto esta situación?

Incluso los cachorros o perros jóvenes, bajo su egocentrismo, buscarán llamar nuestra atención cuando los dejamos solos en casa.

Muchos perritos, aunque saben perfectamente dónde deben hacer sus necesidades, terminan haciéndolas dentro de casa con el objetivo de que, al regresar su dueño, este interactúe con ellos, aunque sea para regañarlos.

Aquí, el perro está logrando su propósito: recibir atención a través de la comunicación.

 La comunicación asertiva como base de la educación del perro

A lo largo de este análisis, hemos visto cómo la comunicación asertiva es una herramienta poderosa en la educación del perro.

Sin embargo, es importante identificar cuándo estamos ayudando, cuándo somos un obstáculo para su aprendizaje y cuándo es mejor simplemente guardar silencio y evitar mediante el control para que no se vuelva a repetir algún tipo de comportamiento indeseado que terminen por reforzar conductas no deseadas.

💬 ¿Cómo estás interactuando con tu perro?

 

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