Cómo hacer perros resolutivos

Cómo hacer perros resolutivos. Los perros nacen con la capacidad de ser resolutivos, lo hacen por supervivencia, estimulados y movidos por refuerzos de primera necesidad, como son el hambre, la sed o el afecto…etc.  

Cuando en su educación diaria, se estimula al cachorro a ser resolutivo, se le estará llevando hacia una madurez sana e independiente. 

Se estará creando un perrito con un amplio abanico de aprendizajes y un desarrollo emocional endurecido.

Tanto con las normas en casa, como sociales, son una forma de hacer perros resolutivos. 

La gestión de sus emociones ante las imposiciones en la convivencia, les hará ser resolutivos y estimulado a pensar, la forma de evitar ser reprimido o entrar en conflicto con el medio.

La exposición al entorno es otra forma de hacer al perro un ser resolutivo. 

El enfoque será neutro, apoyado y controlado por un arnés cuando son cachorros. De esta forma, se expondrá a los demás perros y personas, sin nuestra intervención “solo estando”, el animal debe descubrir y aprender por sí mismo a gestionar sus emociones a relacionarse y socializarse sin miedos.

Sólo se intervendrá para educar o proteger en caso de peligrar.

A continuación, veremos qué modelos educativos crearán perros blandos y poco resolutivos. Perros, que a la mínima se pararan, mirarán hacia detrás y recularán para que se le apoye en la resolución.

El exceso de protección cargará al perro de inseguridades y miedos, trasladan la responsabilidad de sus miedos a sus propietarios u otros perros. Suelen reaccionar temerosos ante las personas, perros o desconocidos. Estos perros ladrarán, retrocederán desproporcionados.

Llegarán a la edad adulta con la sensibilidad de un cachorrito.

No les pidas que tomen iniciativa y sean resolutivos, cuando no son capaces ni de hacerse cargo de sí mismos. Suelen ser perros que no saben socializarse con los demás, actuando retrocediendo o impulsados a morder.

El exceso de control estar constantemente controlando al perro, hará que corte la iniciativa y se habitúen a evitar ser corregidos. Estos perros andan atolondrados, tensos, nunca llegan a ser todo lo resolutivos que podrían ser. Cuando se dispongan a tener iniciativa, terminarán en un aprendizaje de evitación.

El aprendizaje no se dio porque constantemente se le cortó la iniciativa y pocas veces tuvo la oportunidad de descubrir y concluir el ciclo de aprendizaje.

No serán perros capaces de ser resolutivos en su edad adulto, no se lo permitirá la escasa percepción sobre el entorno, debido a su tensión y su poca iniciativa a actuar para descubrir y aprender.

El perro tímido se posicionará detrás de su propietario para no exponerse ante la sociedad. Estos perros no se moverán, mostrará tensión, apretarán la mandíbula. Sin embargo suelen ser perros con suficiente resistencia para no impulsarse.

Tienden a recular y evitar la situación, se dedicarán a observar desde la distancia, nunca darán el primer paso después de sus propietarios o sus colegas de juego o trabajo, ya sea ante una nueva una situación, crítica u hostil.

La dependencia creará un perro que siempre permanecerá pendiente de nosotros o de otros perros, para que le solucione los conflictos o las objeciones que la vida le pone. 

Son perros que actuarán de forma regresiva (como un cachorro) ante cualquier objeción. 

Siempre permanecen en segundo plano, esperando a que los demás pasen a la acción, normalmente les cuesta socializarse.

Estos, sin embargo, si te acercas a ellos se lanzan a morder y luego reculan, ya que no existe una gestión de sus emociones, ni sobre sus impulsos, debido a una educación canina blanda y permisiva.

Viven bajo los miedos y la preocupación permanente, se siente frágiles ante la vida y ven peligro para sí constantemente.

Algunas medidas para estimular al cachorro lo antes posible.

• Enseñar al perro desde pequeños a permanecer solos en casa, es el comienzo del camino hacia la independencia. 

• La jaula educativa debe formar parte de su vida. Es una forma de endurecer al animal y enseñarle desde muy temprano a aceptar y gestionar sus emociones.

• Desde pequeños podemos esconder su toma comida en sitios de difícil acceso, en los que el perro debe buscar y pensar cómo puede acceder para llegar a su comida.

Si observamos la situación para acceder a su comida, podremos ver cómo se repiten la secuencia de conducta biológicas, gimen, ladran, raspan, se frustran, así hasta llegar a su comida.

El lobo ya demostraba su ingenioso para poder cazar a sus víctimas.

• Cuando se encentre en un parque con otros perros equilibrados sueltos, déjale que se relacionen, no rompa la curiosidad, los límites entre ellos, ni la iniciativa de socializarse.

Detrás de estas reacciones, se encuentra un perro que está siendo estimulado a pensar y buscar la forma de ser resolutivo ante sus necesidades básicas en esta sociedad. 

El medio le está enseñando hacer frente a las objeciones.

Existen en el mercado juguetes interactivo en los cuales son premiados con comida. El cachorro mostrará interés y se centrará en pensar cómo salió el trocito de comida la última vez.

Con ellos el perro sacará su lado biológico de caza, persiguiendo, capturando y usando la boca.

Aquí interactúan la comunicación con el propietario, pero tampoco intervendrá. Se observará como el perro mira continuamente a su propietario para que esté sea resuelto.

De nuevo, volverán a aparecer las secuencias anteriormente descritas. Comoutilizar la pata de forma biológica en la caza, a gemir, gruñir, ladrar, e incluso morder cómo signo de frustración.

No suelen darse todos, a veces uno o varias de las conductas mencionadas, hasta llegar a su meta.

Forjemos una personalidad resolutiva y dinámica en el perro, serán perros seguros y vivirá una vida en paz en la convivencia y con el mundo que le rodea. No humanicemos resolviendo cosas que el perro sabe hacerlo por sí mismo.