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¿Por qué se da la coprofagia?

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¿Por qué se da la coprofagia?

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Primer plano de un teckel mirando a la cámara

Hola José, tengo un Buldog francés de tres meses que se come sus heces y no hace sus cosas en la calle, paso con tiempo en la calle y tal cual entra en casa lo hace en el patio.  Necesito adiestrarlo para resolver el problema.


Durante mis años como educador canino, me han dicho muchísimas cosas sobre los perros, una de ellas es el texto anterior. Vamos por partes. En primer lugar, la coprofagia no se enfoca con un adiestramiento, ni se considera un trastorno ya se manifieste en el perro joven o adulto. Más bien, se enfoca como parte de su educación. Por otra parte, me cuentas que es llegar de la calle y lo hace dentro. Son dos temas diferentes.

Por un lado, se ve que el cachorro no tiene claro que tiene que hacer y donde y por otro lado está la ingesta de heces (la coprofagia).

Eso sí, antes de tratar el caso sobre la coprofagia, le aconsejo llevarlo al veterinario por si existiese alguna carencia en su alimentación, y su organismo esté actuando por falta de nutrientes, siendo este el atenuante de la conducta. De no ser así, desde mi trabajo como adiestrador de perros explicare por qué de la conducta y cómo enfocarla.

¿Por qué se manifiesta la coprofagia?

Pues, como dije anteriormente, la coprofagia a veces se da por un déficit en su alimentación y otras por muy difícil de encajar que os parezca, los perros son coprofagiosos. Es decir, la mayoría presentan la conducta de la ingesta de heces, lo hacen por puro vicio, como si de un manjar se tratara.

Lo sé, resulta muy desagradable, pero, a ellos le pirra. Si ellos pudieran hablar te dirían… “No me jodas el almuerzo”.

Una pregunta a los amantes del queso. ¿Cómo huele el queso y sin embargo lo engulles sin hacerle asco? A los amantes del marisco ¿Te paras a percibir lo mal que huele algunos mariscos antes de metértelo en la boca? ¿Acaso no te has lavado las manos después de comer algunos de estos alimentos, por el olor que te dejaron?

Pues ellos, lo disfrutan igual que tú el queso o el marisco. ¿Que es difícil de asimilar? Entiendo, pero terminaras por aceptar la realidad de su naturaleza.

También, se da el caso sobre todo en cachorros o perros jóvenes y  sensibles que nunca habían  practicado dicha conducta pero, que un día su figura educativa le recriminó bruscamente (por no hablar de los que les restriegan él pipí), de tal forma que les impacto y terminaron por asociar las heces a la espera de algo negativo, con lo que consecuentemente hizo que el animal pasara a hacer desaparecer el delito y de ahí descubrir un vicio encontrado, activándose los mecanismos de retroalimentación para terminar instalándose en una conducta, en este caso la coprofagia.

Por lo que ante estos casos, no nos queda otra que aplicar educación y estar atentos tanto en casa como en sus paseos, para corregir en nuestra presencia de forma constante y firme cuando le pillemos con comportamientos de coprofagia, haciéndole ver que no es de nuestro agrado.

Si el perro convive con otros perros dentro de casa asegúrate de que estén desparasitados, porque les aseguro que, si se da el caso en tus ausencias, no dejará nada para ti. Si no fuese por unas cámaras, nunca te enterarías. Suele darse el caso en muchas perreras, sus propietarios nunca fueron conscientes de la conducta a lo largo de la vida del perro.

Hay propietarios que rocían algún producto sobre las heces para repeler la conducta coprofagia del perro, pero, me temo que este enfoque aversivo no servirá de mucho, a corto plazo mantendrá las distancia, pronto se acercará e investigará precavido, pero…. El vicio es el vicio, y el intento siempre estará.

¿No te suena haber pasado una mala resaca y repetir una y otra vez “no volveré a beber” y al final terminar haciéndolo?

Referente sobre hacer sus necesidades en casa. Me cuentas que tiene tres meses de edad, una edad en el que el perro ya está empezando a entender y aprender que queremos de él.

Monta un horario establecido de salidas (al principio de tres a cuatro veces) y comidas (dos o tres veces). Así regularemos el reloj interno del perro. Pon su ración de comida siempre a la misma hora (veinte minutos máximo) y que te vea ponerla. De esta forma valore la comida y a la persona que se la proporciona.

Lleva al cachorro siempre al mismo lugar que lo hizo la última vez, para que le ayude a asociar que hizo allí, hacerle ver que queremos de él y, sobre todo, lo contento que nos pusimos la última vez.

No cometas el error de meterlo en casa directamente después de hacer sus necesidades. Ellos terminarán por asociar cuando llega el fin de la diversión del ambiente y vuelta a la monótona rutina de casa. Podría ocurrir que tarde cada vez más en hacer sus necesidades o termine por no hacer nada y mantenga la conducta de hacerlo en casa.

Aconsejo que cuando haga sus necesidades premies agradecido y festejando efusivamente. Esto es importante para que cuando lo pillemos con comportamientos de coprofagia en casa sienta el contraste en nuestra voz y firmeza. Y sigas paseando o jugando entre cinco minutos o diez más, no seas tan directo, el tiempo suficiente para que no asocie las acciones.

Aprovecha cuando despierte de sus pequeñas siestas y ponlo rápido en la calle. Aconsejable en tierra.

Conclusión; educación canina de forma CONSISTENTE sobre la ingestión de heces, se firme SIEMPRE, que te respete en tu presencia y que aprenda a auto controlar la conducta.  Respecto a sus necesidades en casa, paciencia y mucha constancia para trabajar su reloj interno tantos en sus salidas, como en sus comidas.

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